Es
un haz esa mujer que se aparece
en
los ojos aquietados de bohemios.
y
se muestra ante todos como un premio
que
ninguno ha de aspirar remotamente…
Es
del sapo la noche en la cantina
y
esa vieja que sonríe ante la ficha.
En
la mesa, un amigo y su desdicha
arrullado
por el vino y la neblina.
Es
la música una excusa sabatina,
un
Cafrune amanecido con su voz,
una
zamba con la luna de cautiva
perseguida
en delirios de trovador.
Ya
la dueña junta sillas, se encapricha
por
poetas que se llegan sin temor.
Han
cerrado otras cantinas clandestinas
y
han quedado a la deriva de las villas
y
el cobijo desatado del alcohol.
Es
del sapo la noche en la cantina
Y
la vieja que se ríe sin sus dientes.
Otra
noche de terror en los tugurios
más
poesía marginal desaparece…
De Vestigios de un Ocaso
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