A
Manuel J. Castilla
¿Qué contemplas desde tu cima
dorada?
Posees el universo entre los
brazos
con yuchanes legendarios a tus
pasos,
Manuel; tus ojos añoran
madrugadas.
Y los sueños de mineros con
espadas
por los hijos de tu pluma, ese
es el caso
te vas yendo por el carmín del
ocaso
entre zambas y guitarras
desveladas.
Cantan coplas del amor y se
despenan
los cardones alunados de
caminos,
hasta alba que el lucero azul
encierra.
Hoy escribes mil poemas en la
arena
que se vuelan con el huayra en
remolinos
penetrando en los confines de la
tierra.
De Vestigios de un Ocaso
Muy buen soneto homenajeando al. Gran poeta salteno
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