El viento y la lluvia comieron
de tu carne.
La arena cubre huesos insepultos,
y cabellos incoloros en el aire
tejen redes de neblinas
La arena cubre huesos insepultos,
y cabellos incoloros en el aire
tejen redes de neblinas
y
misterios.
Tu esqueleto se confunde entre raíces,
abrazando junto al frío tu fusil.
Ríe tu rostro contemplando en las estrellas
la silueta constelada
de la mujer que aún te espera.
Hoy en la vastedad del silencio
con las olas del mar
Tu esqueleto se confunde entre raíces,
abrazando junto al frío tu fusil.
Ríe tu rostro contemplando en las estrellas
la silueta constelada
de la mujer que aún te espera.
Hoy en la vastedad del silencio
con las olas del mar
acunando tu cuerpo,
aquella cruz de Malvinas …
paloma montando vuelo…
¡Te nombra en el eco de las gaviotas!
y tú acudes a las filas argentinas
de un fantasmal ejército.
Fuiste soldado en las Islas
y hoy no eres más que un espectro
que revives cada abril en los pocos
aquella cruz de Malvinas …
paloma montando vuelo…
¡Te nombra en el eco de las gaviotas!
y tú acudes a las filas argentinas
de un fantasmal ejército.
Fuiste soldado en las Islas
y hoy no eres más que un espectro
que revives cada abril en los pocos
que recuerdan los hechos…
Y sonríes en la foto del colegio
donde sigues con la vista
cada movimiento…
donde sigues con la vista
cada movimiento…
Y una trágica quietud te hostiga,
el querubín de yeso;
que desde tu mesa de luz
aguarda inútil un reencuentro.
aguarda inútil un reencuentro.
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