Estoy lejos de
nuevo,
donde el viento
rumorea melodías
con cableados
como cuerdas extendidas
de un ancestral instrumento.
Estoy lejos,
muy lejos
y un guanaco
contempla el infinito
desde alturas sometidas
a sepulcrales silencios.
Y la luna del
tiempo anterior al tiempo
se mece en el
espejo de los lagos
y un gemido
errabundo de cauquenes
busca huellas
de un amor olvidado.
Estoy en la
tierra de los fuegos
universo de
belleza y misterio.
Si parece que
en las noches congeladas
puedo llegar a estrellas
con la punta de mis dedos…
Pareciera que
en las noches congeladas
cuando cruzo la
avenida, caminando,
se me hace que
hay un selk¨ nam escondido
que avizora desde
un umbral sombrío
el retumbo asolado de mis pasos….
Publicado en Vestigios de un Ocaso
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